De Sahagún a Reliegos
16 de Octubre de 2006
Sahagún es una ciudad muy interesante del Camino de Santiago y, principalmente, debe su existencia a él. Pero Sahagún es también importante por sus monumentos, siendo de relevancia la influencia del Arte mudéjar en las Iglesias de esta ciudad. La Historia ha dejado en Sahagún huella, si bien no perviven en la actualidad todos los monumentos que en su día existieron. En Sahagún hubo una importante abadía de la Orden Benedictina; esta abadía era conocida como la Abadía de los Santos Facundo y Primitivo, también llamada de San Benito, pero de ella sólo quedan la Torre del Siglo XIV y la Capilla de San Mauricio, de los Siglos XII-XIII. No obstante, si que se pueden apreciar huellas del Arte mudéjar, así destacan la Iglesia de San Tirso, del Siglo XII, románico-mudéjar; la Iglesia de San Lorenzo, gótico-mudéjar, del Siglo XIII; el Convento de la Peregrina, del Siglo Xiii, la Capilla de San Juan de Sahagún, del Siglo XVI y el Museo de las Madres Benedictinas.
Nuestra estancia en Sahagún se ciño exclusivamente a la tarde y noche del día 15, ya que el día 16 de octubre Felipe y yo continuaríamos hacía Reliegos, mientras que Miguel y Esther se volverían a Zamora. Por la mañana, fuímos los últimos en salir del Albergue junto con el Hospitalero, quien también se iba a hacer una caminata; ante, observando que tardabamos, se puso a tocar una flauta y nos dijo que ya cerraríamos nosotros el Albergue.
Serían entre las 8 y las 8,30 horas cuando salimos. Fuímos los cuatro a desayunar y después nos despedimos. Felipe y no reinciamos el Camino Iriamos hasta Reliegos – 30,5 km. de distancia -. Esta étapa puede hacerse por dos caminos distintos: 1) La calzada romana, que se dirige hacia Calzada del Soto y de allí hacia Calzadilla de Hermanillos y después hacia Mansilla de las Mulas; recorre la antigua Via Traiana, pero considero que no es una ruta recomendable, ya que debe cruzarse un río sin puente; y 2) El camino que se dirige a Bercianos del Real Camino, de aquí al Burgo Ranero, y posteriormente a Reliego y Mansilla de las Mulas. Este camino, en su mayor parte, transcurre por una senda para peregrinos y es el más concurrido.
Al salir de Sahagún, poco después, nos dirigimos hacia una zona en que hay un cruce de carreteras con un scalectric; tienes que pasar por un puente y luego cruzas de nuevo la carretera dirgiéndote a la izquierda de la N-120. Había otros peregrinos extranjeros por esa zona, que estaban descansando, pues había lloviznado un poco. Seguimos por un pequeño bosque hasta llegar al término de Calzada del Coto, aquí fuimos directo hacia la senda de los peregrinos, que se inicia junto a un Hito destacado en ese luga, con unos bancos de piedra situados al lado. Paramos un momento, pero no nos pusimos las capelinas porque vimos que ya no seguía lloviendo, ni parecía que volvería a llover. Continuamos por esa senda, especialmente diseñada para los peregrinos, con mojones situados, de cuando en cuando, en medio del camino para evitar que la usen vehículos. En esta senda hay situados unós trescientos a cuatrocientos árboles desde su inicio hasta el final, plantados a la izquierda, y que se riegan por el sistema de goteo a fin de que resistan en una zona como esa, donde en verano se alcanzan fácilmente los 40º o más de temperatura; actualmente estos árboles han crecido bastante y dan algo de sombra, a diferencia de lo que sucedía hace nueve o diez años, en que prácticamente no te protegían del sol. También en algunos de esta senda hay colocados unos bancos para poder descansar. Hoy en día, paralela a dicha senda, pero a unos cuantos km. de distancia discurre la nueva Autovía del Camino de Santiago. Gracias a Dios, no coinciden ambas rutas, pues en tal caso el Camino habría perdido parte de ese misterio que encuentras al recorrer la extensa Meseta de los campos de Castillla y León.
De Sahagún a Bercianos del Camino, el primer pueblo que se encuentra, ya que en Calzada del Coto no se llega a entrar, hay unos 10,5 km. de distancia. Seguimos por dicha senda, hablando del Camino y otras cuestiones, sin destacar nada trascendente, pues nos hallamos en una parte del páramo Leonés, caracterizado por la soledad, salvo en los pueblos que te encuentras en el Camino. Cuando llegamos a Bercianos del Real Camino todavía no habían transcurrido dos horas desde la salida de Sahagún; paramos un momento para ver la Ermita de la Virgen de Perales, que estaba cerrada, y observar el pueblo. Lo más destacado es que no vimos ni a una sola persona; no sé si estaba completamente deshabitado o la gente estaba en las casas; ni el Bar del pueblo estaba abierto, pese a que me consta que, en otra parte, del pueblo hay un Albergue. Ünicamente había situado en la calle principal del pueblo una máquina de bebidas de refresco. Ni siquiera nos quitamos las mochilas y seguirmos caminando. La calle principal del pueblo es de unos 2,5 km de larga, al final salimos a una zona amplia con un descampado al final, dejando a la izquierda un pequeño conjunto de árboles y a la derecha unos corrales, utilizados también como aparcamientos o para déposito de mercancías u otros objetos.
Bajamos hacia el descampado y, después de recorrer unos 200 m., nos dirigimos de nuevo a la senda de los peregrinos. De este pueblo a El Burgo Ranero hay una distancia de 7 km. Continuamos durante una hora por esta senda hasta la llegada a la entrada de El Burgo Ranero. Aquí encontramos una pareja de pegrinos alemanes, quienes nos hicieron unas fotos cerca de un cruceiro. En la parte interior del pueblo tampoco se veía a gente, pero, después de unos mentros, giramos hacia la derecha y nos dirigimos a la zona más moderna del pueblo. Allí hay chalets y casas más nuevas, así como un Restaurante. También, a unos diez km del restaurante, al otro lado de la carretera, está situado el Albergue.
Nos dirigimos al Restaurante; entramos allí y comimos unos bocadillos y tapas. Serían las 13,30 horas. Aquí estuvimos más de media hora. Al salir, cuando habíamos llegado a una plaza moderna de este pueblo, Felipe decidió ir a sellar al Albergue; yo me espere en la plaza, pues la Credencial ya tenía muchos sellos desde Roncesvallés y quería que me durara por lo menos hasta terminar esta parte del Camino, lo que no llegaría a suceder. En el Albergue Felipe se encontró con el Hospitalero de Sahagún, quien había andado hasta para cocinar la comida, que se tomaría con los hospitaleros de El Burgo Ranero.
Volvimos a andar. Continuamos por la zona moderna hasta girar a la izquierdas más adelante y después volver a la salida de la calle principal. Por aquí sigue el Camino, después de pasar un cementerio moderno, situado justo antes de la senda de los peregrinos. Yo comenzaba a notar molestias en la planta de los pies; no daño, sino molestias causadas porque desde Burgos casi todas las étapas eran prácticamente llanas, sin apenas montañas que permiten mayor juego para mover los pies.
De El Burgo Ranero a Reliegos hay una distancia de 13 km. El tiempo era bueno, había sol, pero no hacía calor excesivo, por lo que se podía andar bien. El camino apenas cambia, si bien se observa algun canal de agua, un pequeño aeropuerto situado a lo lejos, a la izquierda, y hacia el final, en dirección a Reliegos, los tendidos eléctricos de la vía del tren.
A cuatro km. de Reliegos hay una zona de densos árboles, situados a la izquierda, con un merendero, apto para descansar en verano y refugiarte de la inclimencias del tiempo. Por esta zona el camino ha cambiado, pues hasta el año 2003 seguías recto, girabas a la derecha y cruzabas las vías del tren. Ahora se inicia un descenso hacia la izquierda hasta llegar a un pequeño tunel, pasado el cual continúa de nuevo el Camino. Llegamos a la entrada de Reliegos pasadas las 16 horas. En la entrada del pueblo hay unas bodegas; se sigue hacia adelante y llegas a la plaza central del pueblo, donde está situado el Restaurante; después continúas hacia delante y unos cincuenta metros después giras a la izquierda hasta llegar a la calle donde está el Albergue.
En el Albergue habría unas quince personas. Nos sitúamos en una de las salas, en la que había menos peregrinos. Desde Burgos habíamos recorrido 158 km., que yo había hecho en cinco días, pero Felipe en cuatro días, por lo que el Hospitalero se extraño de lo rápido que andaba. Estuvimos hablando con él. Cuando el Hospitalero se enteró que había estado en otras ocasiones, le dije que la última vez sería hacia el 16 de agosto de 2003; inmediatamente miró el Libro de ese año y efectivamente en esa fecha constaba que allí había pernoctado.
Por la noche fuímos a cenar y bebímos un vino bastante bueno, aunque para el gusto de Felipe quizás no estaba al punto; me explico cosas muy interesantes sobre el vino tinto. Estaban, entre otros peregrinos, una alemana y un italiano a quienes invitamos y apreciaron mucho el sabor de ese vino. La alemana había comenzado el camino en Pamplona y el italiano en Roncesvalles. Fue un día interesante y lo recorrimos sin apenas sufrimiento alguno; nos había acompañado el tiempo.
De Reliegos sé una Leyenda muy interesante, que narro en la web del Camino de Santiago http://www.agustinvm.com
Leyendo tu ultimo articulo, hay un parrafo, el de Bercianos del real camino que me recuerda mucho a una circustancia que me ocurrio cuando hice un tramo de la via de la plata. Concretamente el tramo de Merida a Aljucen.
En él al llegar a Aljucen me encontre con un pueblo pequeño y con cuatro o cinco lugareños que aprovechaban las ultimas horas del sol de otoño ante de adentrarse a sus casas. Recuerdo que la iglesia estaba cerrada (aunque finalmente unas amables mujeres me eseñaron su interior), habia un unico bar en el pueblo que estaba cerrado y al anochecer la poca actividad que se sentia por el pueblo, correspondia a una mujer que llevaba la casa rural del lugar mientras el resto del pueblo permanecia en silencio.
By: Bob on 3 mayo, 2007
at 22:43
Corrección errores:
Al hablar de Melide, donde dice: en Santiago, debe decir "en pleno Camino de Santiago".
By: el_aventurero - Agustín - on 5 mayo, 2007
at 14:59
Gracias por tus comentarios.
Melide, la conozco de oidas ya que nunca he tenido oportunidad de ir. Pero unos amigos, incluido con el que fui a Navia de Suarna, que si han realizado el camino de Santiago, se tuvieron que quedar impresionados con el pulpo de ese pueblo, ya que desde entonces (hace 2 años), cada vez que nos juntamos a hacer alguna ruta, siempre comentan lo bien que se lo pasaron alli. Ni que decir tiene que al no gustame mucho el pulpo, este amigo se puso morao en la fiesta de Navia de Suarna, con su racion y la mia. Asi luego paso, que al irnos a la playa fluvial a refrescarnos, este hombre se quedo tumbado a la orilla disfrutando de la buena comida y buen ambiente que por alli habia.
Con respecto a Samos, fue una verdadera lastima y rabia, todo hay que decirlo, el atasco que nos encontramos en Samos de vuelta desde Portomarin ya que por unos minutos no pudimos entrar al interior del monasterio. Pero como aquel que dice, siempre hay que dejarse algo que ver, para tener una escusa para volver.
By: Bob on 5 mayo, 2007
at 15:16
He consultado tu otra pagina web y la recopilacion de leyendas del camino es fantastica. Me encantan las leyendas.
By: Bob on 15 junio, 2007
at 14:35