Salvo excepciones, que siempre existen, los peregrinos en el Camino demuestran sus mejores cualidades. Allí aparecen la ayuda a las personas, el saludo a los desconocios, la amistad entre gente que hasta aquel momento no conocías, el compartir momentos y etapas del Camino, etc.
Sin embargo, lo que uno se pregunta es porqué en la vida real nos olvidamos pronto de ésto. No es necesario hacer el Camino para aprender estas cualidades, también se pueden encontrar escuchando música, practicando deporte, estudiando o realizando nuestra actividad diaria.
Quizás por esto recomiendo viajar, pues conocer mundo es algo que ayuda a las personas a conocer otros lugares, a desenvolverse en sociedad y, en definitiva, beneficia individualmente a toda persona.
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