Posteado por: Agustín VM | 18 marzo, 2010

De ARCA a SANTIAGO DE COMPOSTELA 21 – 21,5 Km.

 

5 de Abril de 2007

 

Me levanté a las 5 horas de la mañana, pero como todavía era de noche espere un poco. A las 5,30 horas aproximadamente salí con otro peregrino. Cruzamos la carretera y prosiguimos rectos unos 600 metros hasta llegar al Edificio del Concello de ARCA DO PINO. Aquí giramos a la derecha y seguimos por una calle, que al principio, en su lado izquierdo, hay unas tiendas, después más adelante, en su lado derecho, el patio de un Colegio y seguidamente continúa hasta las inmediaciones del Bosque. Aquí nos paramos cogimos nuestras linternas y proseguimos.

Esta primera parte de la etapa siempre la he recorrido de noche, por lo que no la puedo describir claramente. Ahora bien, sé que entras en un bosque totalmente oscuro, en el que, en ocasiones, vislumbras la luz de la luna. En todo caso, nos guiamos con nuestras linternas, mientras hablábamos de historias y cosas del Camino. El olor a eucaliptos estaba siempre presente, pero de cuando en cuando oíamos ruidos producidos posiblemente por animales que habitan el bosque, pero que generalmente no causan daño alguno. La solución es siempre seguir recto y sin miedo.

Después de atravesar durante unos 30 minutos o más el citado bosque, encontramos. ya en lugar despejado, unas casas del poblado de SAN ANTÓN. Continuas bajando por una senda perpendicular a una carretera local; después coges ésta y continúas dejando a tu lado derecho las casas del pueblo. Esta pequeña carretera continúa hasta la N 547. Llegamos a AMENAL, donde volvemos a cruzar la carretera, para proseguir por una calle que enseguida se convierte en frondoso corredor vegetal, y continúa hasta CIMADEVILA, desde donde se inicia un ascenso por un camino forestal, que deja  a la izquierda el Aeropuerto de Lavacolla.

 

En la zona del bosque frondoso, entre AMENAL y CIMADEVILA en una ocasión íbamos tres peregrinos y cuatro peregrinas con sólo dos linternas, pero al llegar allí nos dimos cuenta que la niebla era tan gris que no se veía nada. Era el año que en los cines se había exhibido la Película “el proyecto de la Bruja Blair”, por lo que la broma que hicimos dos citándolo provoco un cierto temblor en los que no llevaban linterna; la verdad es que era para acordarse del tema, pues delante de un metro nuestro no veíamos nada, por lo que tuvimos que apañarnos para ascender dicha cuesta juntos con dos únicas linternas, cuya luz comenzaba a flaquear. Menos mal que el tramo sólo duró unos veinte minutos, pues la verdad es no distinguíamos ni las hojas de los arbustos.

 

Sin embargo, en este caso la situación era distinta, ya comenzaba a amanecer y se podía caminar por allí sin precisar las linternas.

 

Dos Kilómetros más adelante se sale, esta vez a la N-544, por la que se desciende hasta el desvio a la derecha de SAN PAIO; después llegas a otra carretera; inicias la subida de unas pendientes muy fuertes y un kilómetro largo después se llega a las primeras casas del pueblo de LAVACOLLA. Más adelante llegas ya al centro del Pueblo; aquí mi compañero continua girando a la izquierda para pasar por delante de la Iglesia, delante de la cual hay una escalinata de piedra, un cruceiro y una plaza por la que se accede a través de esa escalinata. El prosigue el Camino, yo bajo la escalinata y voy hacia la Plaza. Una vez allí giro a la derecho y voy hacia el Restaurante SAN PAIO.

 

Al llegar allí me vio la dueña del establecimiento, quien me reconoció rápidamente y me dijo: “otra vez por aquí; si que llegas pronto, son sólo las 7 horas aún no habrán colocado la Catedral en la Plaza del Obradoiro”, comentó en tono de broma. Allí mismo ya había uno de los peregrinos, que prosiguieron el día anterior; se asombraron de que llegara tan pronto, pues ellos se acaban de levantar. Éramos nueve peregrinos, dos de Barcelona (los que había conocido unos día antes en el Bar de Morgade, poco después de Sarria) y seis de Madrid, yo era el noveno. Después de desayunar salimos todos con la idea de llegar juntos a Santiago; a uno le dolía el pie, pero podía seguir perfectamente.

 

Desde LAVACOLLA se desciende hasta el cauce del Río LAVACOLLA; cruzamos la carretera, y, después de pasar por un bosque bastante despejado y ancho, llegamos ya a una pista asfaltada, por la que se acomete el ascenso al MONTE SAN MARCOS. A 1,5 km. de LAVACOLLA, y dejada atrás la aldea de VILAMAIOR, el Camino pasa sucesivamente por delante las sedes de la Televisión Gallega (TVG) y de TVE. Más tarde, entramos ya en la aldea de SAN MARCOS, en pleno MONTE DEL GOZO, con la ciudad de Santiago a cinco kilómetros, pues realmente, como ya indiqué, desde el kilómetro 12 se deben contar tres kilómetros y medio más, como consecuencia de que antiguamente el Camino  seguía por el interior del Aeropuerto y hoy se desvía hacia la derecha.

 

En el MONTE DEL GOZO paramos, como lo hacen todos los peregrinos; yo subía hacia arriba, desde donde pude ver una Torre de la Catedral, aunque cuesta algo visualizarla porque entre esa montaña y Santiago hay árboles que dificultan la visión.

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Ahora el Camino es todo bajada; después llegamos a unas escaleras, las bajamos; más tarde atravesamos la primera carretera y seguimos rectos, entrando por el Barrio de SAN LAZARO. Ya estamos en Santiago. Unos quince minutos o veinte más tarde llegamos a la Plaza del Obradoiro.

 

Yo ascendí rápidamente por las Escaleras al interior de la Catedral. Quiénes no conocen Santiago se emocionan al llegar allí; yo lo conocía desde pequeño; mi padre me había enseñado la Catedral, las calles y monumentos más importantes de dicha ciudad. Conocía bien la Catedral y había estados muchas veces, como turista o como peregrino; con mi familia de vacaciones o con mi hermano o mi hermana Meri de peregrinos; o bien de peregrino con otras personas. Pero esta vez me dí cuenta que había algo diferente, mi padre, que nació a 25 km. de dicha ciudad se había ido y entonces yo me acordé de él y me emocioné algo, aunque no se me notó.

 

Atravesé la Catedral y salí por la puerta de la Plaza de las Platerias, aun no eran las 11, por lo que mi dirigí a la Oficina de Información del Peregrino; me sellaron la credencial y me dieran la Compostela. Después les pregunté donde podía pagar una misa por el alma de mi Padre, me indicaron que fuera a la Sacristía de la Catedral, pero como estábamos en Semana Santa, en la que no se celebran misa, no se celebraría hasta más tarde.

 

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Volví después a la Catedral; fui a la Sacristía y encargué una misa a nombre de mi Padre; me atendió amablemente una monja. Después fui a la Misa de Los peregrinos (12 horas). Al salir de allí, conseguí una habitación por un día en una posada cercana a la Catedral; más tarde fuí a comer, pero por la tarde descansé. Era Jueves Santo y a las 20 horas nos volvimos a encontrar los siete peregrinos en la Plaza del Obradoiro, donde habíamos quedado. Después del esfuerzo que habíamos realizado ahora tocaba cenar y salir por SANTIAGO.

 

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P4050444 Kilómetro 12 del Camino. Aquel día estaba roto; hoy está restaurado; es el último mojón del antiguo camino.

P4050447 Kilómetro 12.

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NOCHE EN SANTIAGO

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